La vida es por mucho una aventura. Si, una
aventura que transcurre más o menos de la siguiente manera: vas viajando dentro
de un helicóptero y repentinamente, al mejor estilo de Bear Grylls –Man vs
Wild- te lanzas en caída libre hasta aterrizar sobre una selva/bosque/jungla
donde tendrás que ingeniártelas para sobrevivir. Inicialmente deambulamos en
búsqueda de pistas que orienten nuestros pasos dentro de ese territorio
inexplorado. Una vez disipadas, continuamos la travesía cumpliendo la
metodología que mejor se adapte a nuestros propósitos.
En mi caso particular –siempre precavida o
quizás temerosa “a reír y a llorar luego”- he optado por hacer de mi recorrido
un sendero bien delimitado por cuerditas y guiado por demasiados banderines y
señalizaciones. Sin embargo, incluso con tantas precauciones uno no está exento
de extraviarse; eventualmente visualizaras algo entre la maleza que llamará tu
atención y te motivará a salir del camino seguro. Perdiéndote entre tanta
inmensidad, por supuesto, sin encontrar consuelo en tu brújula para tanta
crisis existencial. Entonces, te tiras al piso en posición fetal, cierras los
ojos y empiezas a extrañar.
Extrañarme a mí misma; o al menos muchos de
los rasgos que solían caracterizarme, como por ejemplo mi apariencia de modelo
anoréxica ahora sustituida por un estado físico en la línea… DE LO REDONDO. O
el aparente divorcio de mi estricta planificación académica, considerando
postgrados que ni en mis pesadillas –acorralada entre las garras de Freddy
Krueger y la pared- hubiese elegido como especialidad a ejercer. No menos
importante la inutilidad actual de mi contrapeso ante los vientos provenientes
de mis comportamiento puberales e impulsivos.
Extrañar mi apartamento tipo Carrie
Bradshaw; esa preciosura de aproximadamente 35 metros cuadrados donde –con
bastante contorsión de mi parte- podía abrir la nevera sin pararme de la cama,
andar en pantaletas y camiseta sin mucha preocupación, escuchar música a todo
volumen y corearla a todo pulmón y doblegarme a mi esencia de Remedios, La Bella
desayunando en el almuerzo, durmiendo cuando todos despiertan, feliz en mi
mundo propio de realidades simples. Mi minúscula guarida con vista al mar y a
la bullosa avenida de una ciudad –Puerto la Cruz- que también recuerdo con
nostalgia. A su Paseo Colon siempre
bohemio, al “downtown” a 20 minutos de caminata serena desde mi casa, a los
cachitos suculentos de la panadería de la esquina y muy especialmente, mi
independencia.
Extrañar a las beautiful creatures que
conformaron mi familia fuera de casa; porque si bien alguna vez pensé que mi
mansión Millán para amigos imaginarios satisfacía mis necesidades de relaciones
interpersonales, cuando abrí la puerta de mi sistema límbico a ciertos seres
humanos comprendí que en el mundo había piezas que se encajaban a la perfección
en el rompecabezas de mi existencia. A Joha, por regalarme la libertad de
hablar con ella cualquier tema, sin ser juzgada. A Yanali, con quien podía
soñar y compartir el anhelo por un príncipe azul, por una historia de amor, por
un mundo perfecto e ideal. A Espadachon, mi psicoanalista, también siamés de
neurosis y filosofías abstractas. A Vicky, Vicky ¿por qué eres tan Vicky? El
rayo de sol que alumbraba mis oscuridades recurrentes. A mi Sis, cuyo espíritu
libre siempre reconoció al mío. A mi delegado, mi secuaz mordaz ante todas las
situaciones del día a día. A la señorita Esther por su dosis de realismo
esperanzador, algo paradójico pero real. A la Señorita Julib y Dayane, Kiki y Andre, sus demasiadas virtudes, historias y compañia también me hacen mucha falta.
Pero sobre todo esto, extraño mi sendero
seguro; Mi caminito repleto de certezas. Si, el mismo del que me desvié hace 3 semanas y me di cuenta
hace 3 días...
Qué pasó hace 3 semanas que te diste cuenta hace 3 días, amor ?
ResponderEliminarSupongo que la vida, amor.
EliminarYanali ya desperto! ;)
ResponderEliminarJajaja, ¿será que te creo? Yo aun sigo soñando despierta, hna.
Eliminarayyyyyyyy como no recordar esos días a tu lado, todos maravillosos, esa personalidad tan ESPECIAL Y UNICA, te queloooooooooooooooooo... Te extraño.
ResponderEliminarTe voy a extrañar tanto, de hecho ya lo hago. Te quiero un mundo, joha.
Eliminarfelicitaciones
ResponderEliminarGracias, Myself =) Siempre bienvenido por acá!
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