jueves, enero 17

De decirle adiós al 2012.



Es absurdo decirle adiós a algo que se ha marchado de mi vida hace 17 días y que además ya tiene sustituto nuevo; es ilógico y por mucho, lo sé, pero igualmente me siento en la obligación moral de conmemorar -pese a mi aversión y consecuente falta de pericia en lo que a despedidas se refiere- a ese gran amigo que estuvo a mi lado 365 días. Dedicar pues, unos minutos para mirar hacia atrás y pasearme entre las vivencias que me brindó el 2012… Las venturosas, obviamente, que a conciencia predominaron y aplastaron como insectos a las adversidades

¿Sorprendente, cierto? Afirmar que el bien triunfó sobre el mal a lo largo de ese año es casi tan surreal como esas profecías tergiversadas que fomentaron tantos sentimientos de antipatía humana hacia el 2012. Aunque a mí, la verdad, no me importaba ninguna patraña mediática milenaria; durante el 2011 mi mundo había sufrido tan diversos –e igual de catastróficos- cataclismos que la posibilidad de uno geofísico o astronómico no alteraba en lo más mínimo mis ansias por recibir un año nuevo que me brindara la oportunidad de renacer y reconstruir cada uno de los sueños derrumbados.

Entonces, sin más prólogo fastidioso y cumplido el requisito de vivir para contarla, a continuación el reporte –atrasado- de mi vida junto al 2012:

I survived [episodio “Internado rotatorio de pregrado”]: desde el principio, eso de rotar por cinco servicios y un centro de salud rural en tan solo 35 semanas parecía más que complicado, agotador. Lo fue. Durante ese periodo, las noches eran unas miserables tacañas que no se esforzaban en compensar el cansancio que me generaba el día; eso si llegaba a experimentar la noche, que muchas veces se convertía en la vil extensión de una tarde y mañana llena de trabajo por hacer; lógicamente, mas de una vez pensé retirarme de esta ardua carrera, sin embargo, el 2012 siempre daba un giro en la trama que me hacia recapacitar y seguir adelante hasta la gratificante meta.
La culminación de una era [mi carrera de pregrado]: sigo considerando la posibilidad de estar alucinándolo, pero aparentemente es una realidad lo de haber culminado satisfactoriamente todas las materias de mi pensum.

“Hemos evaluado... el trabajo… acordándose la calificación de aprobado y mención honorífica”: ¿puedo dar el discurso que tanto he ensayado en la ducha? Entiendo que el envase de  champú simulaba un Oscar y no una mención honorífica, pero puedo modificarlo rápidamente. Este evento tiene tantos bloopers como puedan imaginar… algo que harán hasta que algún día  mi falta de disciplina para escribir me permita echarles bien el cuento.

Monsters, Inc [escena inédita de Randall y Boo]: quienes contra todas las dificultades, lograron reunirse para darse amor. A pesar de los intentos fallidos de camuflarse con las paredes, Randall debutó en sociedad. 

Momento acelerado [estilo Marley & me]: dormí en las guardias de medicina y cirugía, visité las entrañas de Limpiatodo, mi novio me regaló ranas y elefantes para mi colección, amé 3 libros de Nora Roberts, conocí gente maravillosa, mi primita me hizo un pedicure estupendo, una nueva cámara llegó a mi vida, una pacientica me regaló dos compotas, unos pacientes me abrazaron y agradecieron mis servicios, salí a pasear muchas veces con mis papás, hice hallacas, canté en karaoke, aprendí a hacer quesillo, sobreviví al apocalipsis maya, gané libros, hice mejore envolturas de regalo… 

Gracias 2012 por tu compañía, en mi corazón y mente siempre existirás.  

4 comentarios:

  1. El 2012 fue bueno, pero el 2013 será mejor, amor :)

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  2. Entiendo que el envase de champú simulaba un Oscar y no una mención honorífica, pero puedo modificarlo rápidamente... Que Exito Jejejeje. Se que el 2013 Sera Mucho mejor para Todos!!! Lo se, Yo tengo Fe

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    1. Jajaja, si tu sabes! Gracias a ti Daniel Armando por ser parte de ese día y ayudarme a que tu mamá estuviese ahí tambien xD Amén por un año mejor!

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