domingo, junio 17

De algo sobre mi padre y yo.

Todo sobre mi padre” es un espacio televisivo de aproximadamente 15 minutos de duración, transmitido de lunes a viernes –creo- por Globovisión. Su anfitriona Bettsimar, una mujer ricachona y menopáusica con obvio esfuerzo en aparentar glamour nato, nos narra diferentes historias de la vida de su padre, nada más y nada menos que el mismísimo Simón Díaz –a quien personalmente, NO me gusta decirle tío Simón.

Bettsimar nos echa cuentos ajenos a los que ella no se relaciona mas allá del simple vinculo sanguíneo con su protagonista. Idolatra a un artista, a un cantante, a un ser humano, pero no exactamente a un padre –o al menos así lo veo yo. En ocasión del día de los padres, una Angela mucho mas egocéntrica que Bettsimar, ha decidido hablar de su papá a través de sí misma, porque si queremos crear un concepto sobre una persona, puede ser beneficioso hurgar en los sentimientos de los demás hacia la misma.

Si hay algo que me caracteriza como persona –incluso desde mis primeros momentos de vida humana- es la manera tan intensa de experimentar los sentimientos, especialmente cuando de amor se trata. Si hay algo que caracterice a mi padre como persona, es la genialidad de su pensamiento transmitido en pocas palabras. A continuación les relataré brevemente –imitando a mi papá- una historia de amor.

Cada día la rutina era simple. Cuando el reloj marcaba las 7:00pm yo era trasladada hasta mi cuna donde tenía la única obligación de esperar la aparición de Morfeo –Dios del sueño, no confundir con el tipo de Matrix- para marcharme con él hasta el siguiente día –o siguiente tetero. Sin embargo, una yo irremediablemente testaruda y perseverante, siempre tenía otros planes.

En mi conciencia “bebesística” el día debía terminar, obligatoriamente, llevada en brazos del hombre que robó mi corazón desde que vine al mundo, mi papá. El problema era que en aquella época mi papá trabajaba en una empresa situada a 45 minutos de Cumaná, por lo que su hora de llegada a casa podía variar entre las 7:00 y 8:00pm. Podrán imaginar que, luego de una buena cena –a base de crema de arroz distribuida en uno… o dos tetero- esa situación representaba un verdadero desafío que yo decidía aceptar y enfrentar, superando a duras penas periodos intensos de cabeceo, cuya feliz recompenza siempre fue estar aquel momento con mi papá.

Amor, lo llaman…

Feliz día del padre, al único padre maravilloso del mundo, mi papá.

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