De como la navidad, ya pasó...

Luego de décadas de estudios superfluos, he concluido que el colectivo suele mostrar favoritismo hacia el mes de su nacimiento. No es mi caso –tampoco es que yo sea fiel representante del colectivo-, en lo que respecta a la balanza de mi amor, siempre ha estado inclinada hacia el mes de diciembre. Y es que los colores rojos, verde y dorados que abundan en esos 31 días, son solo un abreboca a lo que cautiva mi ser: la víspera de navidad, momento mágico del año durante el cual, una atmosfera invisible de paz y amor rodea al mundo…

Tristemente, como en toda historieta de la vida real, su superheroe –YO- debo combatir a ciertos villanos que intentan arruinarnos la navidad. Como evolucionista que se respeta, he determinado a estos personajes dentro del género INTENSUS –del castellano INTENSO- cada uno con especie propia, he aquí algunos especímenes: Intesus oriental grinch, Intensus lobotomizadus, Intensus psycho food. Así, en una edición especial navideña de mi comic, mis oídos sangraron al escuchar:

No ponerle aceite a la masa de las hallacas… tomar bebidas hipocalóricas

Come y deja comer es un lema que no existe en el argot de los Intensus psycho food, quienes comportándose como verdaderos Grinch de la comida, intentan arruinarnos el PlatoDecembrinoFest. Si bien es cierto que NO apoyo la obesidad e incluso promuevo su prevención, no cometo el error de exclamar frases tan absurdas. Querido lector, si usted no tiene una enfermedad de base, concédase el placer de degustar comida navideña y por favor, le suplico colocarle aceite a la masa de la hallaca para: 1) Darle un toque exquisito 2) Que la masa no se pegue a la hoja y así evitar un desastre navideño.

Mismo desastre navideño que sucedería, de hacerse realidad la letra de un famoso aguinaldo venezolano. Entiendan lo siguiente, si la virgen fuera andina sería una de esas gochas con un pasado tórrido, nivel impúdico de moralismo y una formalidad INSOPORTABLE cada vez que se dirigen a ti. Si San José fuera de los llanos, manejaría una camioneta más vieja que la república, escuchando a todo volumen canciones que relatan historias de violación, cuernos o incesto, además de un antecedente zoofilico con una vaca, yegua, gallina o animalito campestre cercano.

El niño Jesús sería el niño venezolano que, a falta de leche completa, le dan tetero de leche condensada y pasada una semana con diarrea, lo llevan al ambulatorio donde le diagnostican deshidratación severa. Si el pequeño Jesús sobrevive a ese episodio, entonces sería el niño venezolano que camina descalzo y sin camisa por la calle, tirándole piedras a cuanto mango y pajarito se cruce en su camino.

La navidad… ¡¿Cómo no amarla?! Fecha caracterizada por mis virtudes humanas -desaparecidas- preferidas: la bondad, la inocencia y la ingenuidad. Qué bonito es crecer creyendo en un nené cumpleañero que compra regalos para otros niños, y además los reparte a domicilio a altas horas de la noche. No me imagino al pobre niño recorriendo después de las 12am las calles venezolanas. A san Nicolás si, pues su síndrome metabólico y vestimenta roja lo hacen pasar por chavista.

Para finalizar, espero que mis contados lectores hayan pasado una feliz y bella navidad. Asimismo deseo que alguno de los tarados que luego de sopotocientos años, le celebra a Herodes la gracia de matar a cuanto muchachito había en Belén, no los conviertan en victima de sus bromas pesadas.

51/52. Happy Holidays, a photo by danielito311 on Flickr.

¡Felices Fiestas Everyone!