domingo, octubre 9

De mi alterego: El retrovisor.

37/52. Rainy Caracas by danielito311
37/52. Rainy Caracas, a photo by danielito311 on Flickr.

El sonido de la ciudad que entraba por la ventana funcionó de despertador aquella mañana. Nuestro reloj marcaba las 9am cuando acurrucados entre las sabanas intercambiábamos besos de buenos días, iniciando la rutina sabatina dentro de nuestra burbuja de amor. Saldríamos de la cama directo a la ducha, comeríamos un desayuno nutritivo y por último arreglaríamos su maleta para el viaje que emprendería en algunas horas.
Ya había pasado un año y tres meses desde que nos embarcamos en la feliz aventura de ser una pareja. Su departamento era el refugio predilecto de ambos para pasar los mejores momentos de nuestra vida, a diferencia de mi departamento ahora convertido en un depósito de ropa, zapatos y libros. Cada día comenzaba con nosotros tomando el café matutino antes de salir a la oficina y, finalizaba juntos recibiéndonos luego de terminada otra faena. La plenitud, al fin, era protagonista en mi vida.
Tomados de manos caminamos por el aeropuerto hasta el vestíbulo de chequeo donde, un apasionado beso y dos “te amo” marcó una despedida temporal; o al menos así pensé que sería hasta que 12 horas más tarde de su partida, una llamada telefónica inició mi pesadilla más terrorífica. Fue una voz grave y carrasposa la encargada de informarme que “el avión donde iba su novio sufrió un problema en las turbinas, hubo una explosión y estimamos que no hay sobrevivientes…
Desde entonces, mi vida se sumergió en la más profunda oscuridad. Comer dejó de ser importante y dormir era imposible. Mi expresión facial se resumía en una mueca de desinterés que se adornaba con mis ojos irritados por tanto llorar. Asistía cada mañana a mi trabajo y una vez llegada la hora de salida, daba inicio a mi patética costumbre de manejar hasta el edificio que alguna vez albergó nuestro nido de amor, me estacionaba y esperaba por horas un regreso que no sucedería. Desilusionada retornaba a casa donde apenas cerrada la puerta, deambulaba hasta mi habitación dejando un rastro de lágrimas en el recorrido. La almohada, que vestía su franela, escuchaba mis anécdotas del día y un reclamo sin el menor sentido ¿te parece divertido dejarme esperando en la puerta de tu edificio para luego encontrarte aquí? Esto, era lo único capaz de tranquilizarme.
La lluvia espesa que azotaba a la ciudad esa tarde, dificultaba la visión del camino; no obstante, eso no me impidió manejar hasta su casa, detenerme donde siempre y en silencio empezar mi agónica espera de cada día. Pasadas un par de horas, entendí que ese día tampoco tendría éxito, así que encendí el motor y arreglé el retrovisor…
A pesar de la esperanza que albergaba mi corazón, mis ojos no daban crédito a lo que se reflejaba en el espejo. Bajé del carro para asegurarme de que aquel hombre de piel blanca y cabello desordenado, no fuese un espejismo. Cada paso que me acercaba a él, me mostraban alguna de las muchas características que amaba. Vestía la misma ropa que aquel día en el aeropuerto y apenas su aroma me alcanzó, sentí vida dentro de mi cuerpo. El sonrió, inocente como siempre, y yo atolondrada me lancé a sus brazos.
¿Por qué no habías venido antes? ¿Acaso no sabes cuánto te he necesitado?
No he venido a quedarme, he venido a buscarte, jamás te dejaría
Sin importar la lluvia, el carro, el mundo, nos tomamos de las manos y empezamos a caminar...
***
Sucesos: Accidente causa cola de 3 horas. Accidente automovilístico ha cobrado la vida de una mujer. El suceso ocurrió en horas de la tarde cuando la fuerte lluvia le hizo perder el control de su auto, estrellándose contra un árbol y produciendo en la victima un traumatismo torácico fatal. La joven fue identificada como novia de uno de los desaparecidos en la reciente tragedia aérea de…
Nota de la ¿autora?: gracias amor, porque tus fotos siempre me inspiran de alguna u otra forma...

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