Luisa: ¿Angela, y la tesis?
Yo: Cuando sienta más tensión, la comienzo.
Luisa: eres mi ídolo
ARE YOU FUCKIN’ KIDDING ME ANGELA F.?
Luego de decir aquello reafirmé lo que siempre he sabido de mi misma: algo en mi cerebro no funciona bien, nadita bien. Ya he sobrepasado el límite del masoquismo, o díganme ustedes en qué cabeza cabe la idea de que cuando el estrés alcance el punto “nace ulcera – rompe aneurismas”, la inspiración tesistica te invadirá y lograras redactar tu trabajo de grado en un parpadear…
Hoy la realidad tocó a mi puerta… bueno, tiene varios días tocando y yo ignorando… hoy simplemente decidió buscar una mandarria y echar abajo la puerta de acceso hasta mi conciencia. Lo logró, ya inoculó el sentido de la responsabilidad hasta en el mas recóndito pedacito de corteza cerebral, es cuestión de horas o situaciones exacerbantes para que el estrés haga acto de presencia.
Y así pasó a las 2pm cuando una yo exasperada –botando humo por los oídos- intentaba por enésima vez pasar por la máquina de coser parte de su ropa tesistica; justo en ese momento mágico y coordinado entre tu pie, tus manos y la aguja que sube y baja, mi proveedor de energía eléctrica consideró acertado realizar un “corte de circuito programado de dos horas”.
El calor propio de la hora -ustedes saben, sauna número 1, a sauna nímero 2 debo regresar el 17- pareciera haber recalentado mis neuronas al punto de querer hacer algo productivo: mi tesis. No funcionó –Obviamente. Entendi que no entiendo nada. No se como comenzar a redactar. No se como colocar los resultados. No se que shit es un chi cuadrado. No se NADA.
Miré a mi cuñada y confesé que
Ahora si empiezo a sentirme estresada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario