El sonido de un jarrón destrozándose contra el suelo la despertó de un sueño profundo. Entreabrió sus ojos y reflejamente su mirada busco el despertador digital, apenas eran las 3:07 am. Con mucho esfuerzo se levantó de su cama y se enfiló hacia la cocina donde abrió la nevera, cogió una jarra de agua y acto seguido empezó a beber. Ya saciada, dio unos pasos hasta la ventana con la intención de echar un vistazo rápido al estacionamiento…
No había luna ni estrellas en el firmamento de esa madrugada, siendo su protagonista principal la fina niebla que se escabullía entre los autos aparcados. Ella miraba aquel lugar lúgubre cuando se percató de que ya no estaba sola con sus pensamientos. Un hombre de pies descalzos y aspecto poseído había aparecido de la nada, sin hacer ruidos, si crear sombras, sin moverse si quiera, era una imagen espectral que erizó toda su piel, aceleró su respiración y el latir de su corazón.
PUM PUM PUM, PUM PUM PUM
Los golpes en su puerta la rescataron del tenebroso momento en el que estaba sumergida. Dios te pido que no sea el espíritu del estacionamiento... pensó al tiempo que caminaba sigilosamente hasta la puerta. Pegó su ojo derecho de la mirilla y se sorprendió al ver que quien tocaba la puerta era su vecina, la señora Paty.
La señora Paty, una ancianita que pisaba los 78 años, era una mujer amable y bondadosa quien con una sonrisa dulce tocó dos meses atrás esa misma puerta para regalar galletitas de bienvenida a una recien mudada al edificio. Nada parecida a la señora de aquella madrugada cuyo rostro mostraba arrugas de angustia bien acentuadas.
Señora Paty, ¿Qué le pasa? – preguntó alarmada y sin olvidar aun al hombre del estacionamiento…
¡Mi nieto no está en su cama! –Exclamó- ultimamente es sonámbulo y hoy no tomó su medicación para tu sabes…- para la esquizofrenia, quiso decir, enfermedad mental padecida por su nieto y que la Señora Paty durante alguna de sus conversaciones casuales, le había confesado en estricto secreto.
Pocos segundos le bastaron para entender que el hombre del estacionamiento no era un ánima, simplemente era su vecino esquizofrénico y ahora sonámbulo. Luego de ayudar a la señora Paty regresando a su nieto de vuelta a casa, se sintió libre para volver a su departamento. Eran ya las 4:00am cuando se dejó caer sobre su cama, las escenas experimentadas perturbaron su mente hasta que finalmente se quedó dormida.
El día en el trabajo transcurrió en una perfecta armonía, seguramente recompensa de los dioses por tan agitada noche. Había logrado distraer su mente hasta el momento en que llegó a casa y se sumergió de nuevo en la situación de la señora Paty, un pequeño error en el tratamiento de su nieto y podría tener de vecino a un asesino en potencia…
¡SUELTAME… AUXILIO, AUXILIO!
Fueron los gritos escalofriantes provenientes del apartamento de su vecina, los que la despertaron bruscamente. En medio de aquella confusión empezó un debate existencial durante el cual su sentido de la moral le decían que rescatara a la señora Paty, al contrario de su sentido de la supervivencia que le pedía a gritos ignorar aquello. Tomó el teléfono y marcó 911…
¿911 Cuál es su emergencia?
Algo pasa donde mi vecina, se escuchan gritos de auxilio... estoy asustada, su nieto es esquizofrénico…
Díganos su nombre y dirección…
El escándalo disminuyó progresivamente durante los 10 minutos que tardaron en llegar las patrullas y ambulancias. Salió al pasillo el cual ya estaba abarrotado de vecinos curiosos. y oficialies quienes, luego de dos advertencias derrumbaron la puerta del apartamento de la señora Paty. Cautelosa se acercó a mirar; el departamento estaba desocupado, parecía deshabitado por varios años. No había muebles ni adornos, solamente polvo acumulado, ventanas cerradas y closets vacios.
¿Fuiste tú quien llamó para pedir ayuda? –preguntó una vecina vestida con bata púrpura.
Si… yo la escuché gritar, sé que no fue un sueño –respondió atónita aun.
Ya veo que has sido la nueva víctima de la señora Paty. ¿Acaso nadie te contó que ese apartamento está deshabitado por un asesinato ahí ocurrió hace unos años? – anonadada y petrificada escuchaba a su vecina. – Paty cuidaba a su nieto el loquito, un día las voces le dijeron que su abuela intentaba matarlo y él decidió “adelantársele”; una noche bajó a dar un paseo durante el cual compró un juego de cuchillos, que estrenó enterrandolos en cada arteria importante del cuerpo de su abuela... Desde entonces, hay rumores de pasillos que hablan de sus fantasmas y los antiguos dueños de tu departamento se quejaban de ruidos nocturnos extraños, eso debe explicar el por que, cada nuevo vecino se marchaba despavorido a los pocos dias de mudarse a ese lugar...
Escrito originalmente 23/07/2011
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