Nuestra estadía en este mundo la vivimos como una fugaz caminata que se alterna entre caminos lúgubres y senderos iluminados. Es irrelevante cuanto nos esforcemos por diseñar un plan, pues no lograremos definir el momento en que cambiaremos de un estado a otro. Nuestro pronosticador del futuro más ¿preciso? queda a cargo de un sentido común que solemos ignorar, y un sexto sentido que descompusimos durante la evolución, pasando nuestros días dentro de un ojo de huracán que nos amenaza constantemente.
Muchachos les contaré una historia. Un día cuando todavía era joven fui a tomarme unas cervecitas con un amigo. Ya pasados de tragos el me dijo “Manuel, yo tengo una teoría acerca de la vida”, me dio curiosidad y lo motivé a que me contará más, “Manuel, la vida es una cascada de shit, uno va flotando sobre la shit y simplemente no puedes ir contra ella, ¿tú sabes dónde estoy yo? Allá flotando sobre la shit con mi cervecita en mano mientras tu estas con ese haragan luchando contra la shit. Hermano deja de luchar contra el mundo, de mejorar todo, entrégate a la catarata”, les diré muchachos que lo solté.
Esa historia, relatada por mi tutor –preferido- de Gineco-Obstetricia II durante una de nuestras prácticas, apoyó mi teoría acerca del comportamiento –Katie Ka Boom- de la vida. Ciertamente, siguiendo en la nada sutil onda de la metáfora antes mencionada, la vida pareciera ser una gran cascada de shit, corriente contra la cual es mejor –casi siempre- no luchar.
Durante estas últimas semanas –por no rememorar las semanas intermedias de este año cloacal-, he experimentado además de la cascada, una lluvia de fecalomas macrocíticos e hipercrómicos. Sin imaginarlo –AUTOENGAÑO- me desvié desde mi sendero iluminado hacia un camino borrascoso, proceso durante el cual, al peor estilo de Voldemort y sus horcruxes, mi alma se ha fragmentado en varios pedacitos que han quedado regados por doquier y que ni fuerzas tengo para recoger…
¿Qué es una promesa? Según una de mis biblias –wikipedia- es un contrato por el cual una de las partes, o ambas, se obligan, dentro de cierto lapso, sea por el vencimiento de un lapso o por el cumplimiento de una condición, a celebrar un contrato futuro determinado. A continuación, cito a Lionel Hutz –el abogado de los Simpson- en aquel episodio de terror cuando Homero vende su alma a cambio de una dona:
… pero yo pregunto: ¿Qué es un contrato? El diccionario lo define como un acuerdo legal que no se puede romper... QUE NO SE PUEDE ROMPER...
Si el mediocre Lionel entiende el concepto básico de una promesa
¿Por qué personas superiores en cada aspecto de su existencia la burlan, pisotean y rompen?
He repasado obsesivamente cada uno de mis actos, mis conductas y acciones, sin embargo, no he tenido éxito en encontrar la razón para recibir una promesa rota de ¿pago? Y desde la notificación de otra estafa a mi ingenuidad e inocencia, en ese momento cuando mi cabeza descansa sobre la almohada, no puedo evitar preguntarme:
¿Desde cuándo mis ilusiones son carentes de valor e importancia?
¿Desde cuándo mis sentimientos se convirtieron en los platos que los orientales tiran contra el suelo para liberar estrés?
¿Por qué soy yo quien debe esperar, y el mundo no?
Por favor, si alguien consigue un pedacito de alma, mándemelo por MRW hasta mi casa.
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