La glándula suprarrenal es quizás uno de los órganos más admirables del cuerpo humano. Es un correcto ejemplo de "lo mejor viene en frascos pequeños", siendo tan pequeña y aparentemente insignificante situada sobre los riñones -love-, se la pasa controlando unas cuantas funciones bien importantes, entre ellas el control del estrés...
Si mi glándula suprarrenal fuese una persona la imagino hoy toda demacrada, con ojeras, cansada, despeinada, pálida, muy flaca, quizás incluso oliendo a una mezcla de loco y putrefacción. Su humor no sería el mejor, estaría como dicen por ahí "de a toque": no la mires, no le hables, no la saludes porque ella seguramente te tirará el zapato. Usa tacones by the way, así que WARNING -sonido de alarmas- la glándula suprarrenal de Angela anda cerca.
¿Qué te crees tu? Yo no soy una fábrica eterna de adrenalina, así que piensa como harás para combatir tus angustias porque no te voy a estar durando toda la vida...
De seguro ella me diría eso hoy... y yo la miraría con las lágrimas que no dejan de salir de mis ojos y apenada solo podría exclamar: por favor, entiéndeme... mañana será un día decisivo en muchos aspectos de mi vida, no me trates mal por favor, ayúdame.
Sí, porque mañana es un día determinante no solo de presentes progresivos, sino de futuros a distancia. De esos días en los que una palabra puede cambiar el rumbo de tu historia. De esos días cuando ves lo insignificante que han sido muchas de tus preocupaciones y te enfrentarás a algo con tanto peso...
Tengo miedo de mañana, tengo miedo de todos los resultados, si, resultados es la palabra ideal para definir lo que será el lunes, miedo de lo frágil que se torna la existencia en algunos momentos, miedo a la realidad...
God...
Escrito originalmente 12/06/2011
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