jueves, agosto 18

De la historia de la china, el chino y el negro.

Durante las 6 semanas que viví en carne y MENTE propia el martirio de medicina IV, no hubo un solo día en el que no me repitiera cuando superes esta rotación tendrás la certeza de que te vas a graduar. Y así fue, una vez que terminó la tortura sentí como además de mi alma, mi convicción en obtener ese tan anhelado título de "médico cirujano" volvía a mí.

Mi búsqueda por pensum de postgrados pospuesta en esas 6 semanas, fue retomada. Si bien tengo claro todo lo básico que quiero en mi futuro y día a día me armo de fortaleza para luchar por ello, reconozco que el futuro puede ser un lugar lleno de sorpresas, trampas e incluso un poco de oscuridad, tres cosas que siempre he rechazado en mi día a día. Lo bueno es que Corpoelec me ha ayudado a superar el miedo a la última de las tres, ¿verdad amigos? #Not

Conseguí entonces un pensum de psiquiatría, sí, he vuelto a mis raíces. Siempre recordaré aquel día de diciembre cuando una Angela sin pasión por su carrera, escuchó una historia que la hizo recapacitar y volver a soñar. Nunca en mi vida había visto a esa mujer, rubia, blanca, con unos pocos kilos de más (postparto) pero muy hermosa; solo sabía de ella que era la esposa de mi primo y que era la mamá de "supercabezon" el bebé más bello (después de mi) que había visto en mi vida.

Mi hermano quiso ser psiquiatra toda su vida, desde pequeño le gustaba y al graduarse hizo el postgrado y ahorita es feliz en eso, el ama esa profesión.

Sus palabras me sirvieron de luz dentro del oscuro túnel en el que me encontraba en aquel entonces. Había sufrido muchos abusos ese semestre (que no se compararían con los que se avistaban en el futuro) y a eso se sumaba el rechazo absoluto hacia mi idea con la psiquiatría porque pasas 7 años estudiando, ¿y eliges eso?, he visto peores elecciones de especialidad, las cuales DEBEN ser respetadas.

Y sería psiquiatra porque a diferencia de la mayoría de mis compañeros (y del colectivo) una de mis pocas virtudes es no juzgar a nadie. ¿Quién soy yo para decir lo que está bien y lo que está mal? Cada mente es un mundo y cada mundo tiene sus facilidades pero también sus dificultades. Las decisiones de cada individuo son solo suyas, al igual que su compleja actividad psíquica para llegar a ellas.

El martes miraba un programa en Discovery Home and Health (los martes en la noche es la mejor programación) donde varias mujeres hablaban de sus infidelidades. El caso más llamativo fue el de una china, casada con un chino y con un amante negro. Ella quería tener un bebé con su esposo, pero es posible que las clases de sexualidad que imparten en USA no le quedaran claras y tampoco se cuidaba con el negro. Logró el cometido de quedar embarazada PERO no sabía de quien...

Así pasaron 9 meses durante los que ella no dijo ni "pio" y cuyo desenlace fue el "touché" de un destino lábil -como siempre lo digo- que trajo al mundo a un bebé negrito carbón, pero también la respuesta a una interrogante y la humillación total para un esposo que definitivamente no era padre. No obstante, el chino decidió darle otra oportunidad a su esposa -increíble pero cierto- poniendo como condición que diera en adopción al bebé producto de horas de infidelidad. Y así sin más ni menos, la mujer regaló a su bebé.

Esa misma historia la relaté ayer a unos pocos compañeros de clase agregando mi comentario personal: yo pienso que la mujer debió abortar, al traer al mundo a ese bebé desató demasiado dolor a su pareja, a si misma e incluso al pobre neonato quien fue rechazado desde el inicio. Para variar fui juzgada y "como dices eso... estás equivocada... como puedes ser así" fue tan solo el inicio de una larga lista de señalamientos.

No puedo criticar a mis compañeros, MI aptitud para ver todos los aspectos de una misma situación es una capacidad de la que pocos somos propietarios -propietaria "a medias" porque en mis situaciones personales soy un completo desastre la mayoría del tiempo, típico psiquiatra.
Ellos pensaban: el bebé no tiene la culpa, no debe ser privado de ver el mundo. Yo pienso: el bebé no tiene la culpa, y si bien el aborto no es la solución ideal, tampoco es justo que ese niño sea traído al mundo para carecer de amor y estar en una familia ajena que quizás hagan de su vida un infierno (es una posibilidad totalmente realista).

Pero a pesar de todo aquel rato donde como de costumbre mi sinceridad y raciocinio me convirtieron en "la mala de la película", debo agradecerles por hacerme sentir diferente, con aptitudes especiales y una inclinación de la balanza hacia un viejo amor, psiquiatría. Admito que, de realizar ese postgrado, luego haría una "sub" en psiquiatría criminal y otra en niños y adolescentes, oh!

Sean todos libres de juzgarme, mis principios y convicciones son muy fuertes, imposibles de derrumbar...


Escrito originalmente 23/06/2011

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